El tapir: identidad local
También conocido como “Danta”, el Tapir (o Tapirus bairdii) es el mamífero terrestre más grande de las regiones neotropicales: con una longitud promedio de alrededor de 2 metros, una altura de 1 metro y un peso aproximado de 300 kg, su largo y trompa-like le confiere una apariencia amigable.
Poder observar a este superviviente de tiempos prehistóricos es una oportunidad única. De hecho, este animal se encuentra ahora en peligro de extinción después de siglos de caza humana para obtener alimento, pérdida de hábitat y colisiones con vehículos. Hay alrededor de 5,000 individuos en todo el mundo, con aproximadamente 1,000 en Costa Rica. Aquí, los tapires habitan tanto en zonas de baja altitud (como en la región de Corcovado o Guanacaste) como en altitudes más elevadas, como en el Cerro de la Muerte.
El tapir es conocido popularmente como el “jardinero de los bosques”, en parte porque tiene la costumbre de dispersar semillas y limpiar el suelo. La danta es herbívora y se alimenta de la vegetación baja, un obstáculo importante para la germinación; como resultado, desempeña un papel crucial en este ecosistema. Su presencia facilita el crecimiento de plántulas en estas áreas arboladas.
En el idioma indígena Bribri, la Danta se llama “Nai” y ocupa un lugar importante en la cosmovisión Bribri. La danta se representa como la hermana del dios Sibö, simbolizando sabiduría, vida, supervivencia e identidad.
Nai Conservation, la fundación creada por el biólogo Estaban Brenes, reúne a jóvenes profesionales de diversos campos. Trabajan en varios proyectos de investigación y educación para proteger las poblaciones de tapires en Costa Rica y conservar su hábitat. ¡No dudes en apoyar sus esfuerzos!